Relax. El día transcurre entre baño y baño en la playa-piscina del hotel porque hoy toca salida nocturna.

Por la tarde cogemos un bus y nos plantamos en la puerta del Treasure Island para ver el primero de los tres espectáculos gratuitos de esta noche, ¡Piratas! En la pasarela desde la que se contempla hay varias filas, y como llegamos con tiempo decidimos ponernos justo en medio (la primera pone “zona húmeda”). Menos mal, porque los de delante acaban como una sopa, jeje….

El barco pirata donde transcurre el espectáculo se encuentra "varado" a la entrada del hotel.

El barco pirata donde transcurre el espectáculo se encuentra «varado» a la entrada del hotel.

El espectáculo se desarrolla en un barco pirata varado a la entrada del casino repleto de sensuales sirenas. Al otro lado de la pasarela aparece otro barco, esta vez de piratas, seducidos por su canto. Esa es básicamente la historia, aderezada de baile, saltos de trampolín y efectos especiales. Muy entretenido.

De allí, rápidamente nos vamos al siguiente espectáculo: el volcán del Mirage. Con una suave música, el volcán comienza su erupción puntualmente a las horas en punto de 20h a 24h, escupiendo chorros de fuego y lava… una chulada.

El volcán en primer plano con el hotel al fondo.

El volcán en primer plano con el hotel al fondo.

Como colofón a este tour por las atracciones gratuitas más famosas de Las Vegas, contemplamos el espectáculo de las fuentes del Bellagio. A nosotros nos tocó el tema de Titanic, y la verdad es que es increíble la sincronización del agua con la música y la belleza plástica del conjunto.

En el camino de vuelta paramos en el Paris Las Vegas Hotel para verlo por dentro y encontramos un ambiente bastante diferente al de nuestro hotel. En este hay varias pasarelas dispuestas a lo largo del casino con una serie de señoras en lencería contoneándose encima al ritmo de la música, algunas de ellas pasaditas de edad, suponemos que para animar a los sufridos jugadores dispuestos en las mesas de alrededor. ¡Viva Las Vegas! Detrás de este derroche de elegancia se esconde un hotel que cuenta con una zona de tiendas y restaurantes que imita una calle parisina.

Una de las máquinas del Paris Paris.

Una de las máquinas del Paris Las Vegas Hotel.

Ya en la calle vemos como conviven Terminator, Super Mario y Bob Esponja con un par de cabareteras ligeras de ropa y adornadas con plumas para que te fotografíes con ellos y, de paso, les dejes una propinilla. Las Vegas, ciudad de contrastes…

Por cierto, la boda que teníamos previsto celebrar aquí ha sido cancelada. Sí, ya sabéis que la convivencia en pareja es dura y 24h juntos durante un mes de viaje nos ha abierto los ojos. Nos hemos dado cuenta de que existe una grave incompatibilidad de caracteres y la cosa no iba a funcionar… Además, nos hemos fundido el dinero de la boda en el casino… No obstante, el número de cuenta sigue siendo el mismo. Se acepta Paypal pero no sobres cerrados, que luego pasa lo que pasa…

Fuentes del Bellagio poco antes del espectáculo.

Fuentes del Bellagio poco después del espectáculo.

En fin, mañana intentaremos resarcirnos de este disgusto yendo a ver un espectáculo del Circo del Sol. Si no tenéis noticias de nuestra vuelta es que no nos ha llegado el dinero. Todo lo malo sea que Lourdes tenga que subirse a una barra a menear el culo con las del Paris Paris mientras yo paso el sombrero. Ya veremos…